La maternidad, el espaciamiento de los hijos, el aborto y otros temas similares se han discutido desde el principio del feminismo. Una prueba de ello es la novela El amante de lady Chatterley de 1928 que se enmarca en la primera ola del feminismo. Allí se relata que la señora Olive leía un libro futurista en la que «[…] se decía que los niños se engendrarían en botellas y las mujeres estarían “inmunizadas”», a lo que ella expresa: «¡Será muy divertido! […]. Entonces la mujer podrá vivir su propia vida» [1]. Sin embargo, si bien estos temas se debatían, la primera ola no giraba en torno a la capacidad de elegir o decidir, sino alrededor de la capacidad jurídica de la mujer. Según el antropólogo Weeks, el derecho a decidir solo será un punto central dentro el feminismo a partir de la segunda ola, más específicamente, a partir de la década de 1960 [2].
El derecho a decidir solo podría ser aplicado a la primera ola en un sentido amplio, es decir, si argumentamos que temas como el sufragio femenino implican la capacidad de elegir a los gobernantes. Pero, aunque procediéramos de esta manera, es evidente que no es lo mismo hablar de asuntos jurídicos como el sufragio, el acceso a la educación superior y la libre disposición del patrimonio, que tópicos relacionados con la anticoncepción, el aborto, las técnicas de reproducción asistida y otros. Sí, en la primera ola la mujer adquiere el poder de decidir por ella misma, pero estas decisiones tienen motivaciones y características distintas a las que se darán en las subsiguientes etapas. Dicho de otra forma, es posible pensar en la primera etapa del feminismo sin recurrir al tema de la reducción de los hijos, pero no así con la segunda y tercera ola. Prácticamente hoy el derecho a decidir es un requisito sine qua non para considerarse feminista, y aquella mujer que diga serlo en abierta oposición al aborto, será rechazada por el mismo movimiento.
M. Sc. Mariano O. Murillo Cedeño
Sexólogo y docente
marianomurilloc@gmail.com
[1] Lawrence: “El amante de lady Chatterley”, 96.
[2] Weeks: “The languages of sexuality”, 24.